Maracaibo, 29.09.2015 (Prensa SAHUM) Cada 29 de septiembre es celebrado a nivel internacional el Día Mundial del Corazón, dicha celebración tiene como objetivo sensibilizar a la colectividad sobre los problemas cardiovasculares para lograr disminuir las altas cifras de mortalidad.
Desde el año 2000 la Federación Mundial del Corazón con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) designaron el día 29 de septiembre como el Día Mundial del Corazón, obedeciendo a las estrategias de dar a conocer de forma masiva las enfermedades cardiovasculares, prevención, control y tratamiento.
Es importante destacar que en el Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo (SAHUM) hacen vida los Servicio de Cardiología Infantil y Cardiología Adulto, los cuales son dirigidos por las doctoras María Alejandra Arapé y Ana María Vega. Se encuentran ubicados en el segundo piso del centro hospitalario justo frente al Servicio de Neurología. Dichos servicios son brindados a usuarias y usuarios de forma gratuita cumpliendo con los lineamientos emanados por el Ministerio del Poder Popular para la Salud de la República Bolivariana de Venezuela.
Cuidando el corazón
El corazón es el principal órgano del sistema cardiaco y uno de los más importantes del ser humano. Es el órgano muscular responsable de recibir y bombear la sangre para que ésta circule por todo el cuerpo.
Según los especialistas para llevar una vida cardiaca sana, es recomendable comer sanamente, cumpliendo una dieta balanceada que incluya frutas, verduras, cereales, legumbres y pescado. Además es importante disminuir el consumo de sal. También es recomendable hacer ejercicios cardiovasculares como caminar una hora diaria. Se recomienda no fumar y estar siempre atentos a vigilar la salud visitando al médico por lo menos una vez cada seis meses.
La mayoría de las enfermedades cardiovasculares (ECV) pueden prevenirse actuando sobre los factores de riesgo, como el consumo de tabaco, la obesidad, el sedentarismo, la hipertensión arterial, la diabetes, el estrés o el aumento de los lípidos (colesterol).
La adopción de una vida saludable y el control de los factores de riesgo permiten reducir la incidencia de enfermedades cardiovasculares en la población, tanto en personas sanas como en personas que ya han sufrido algún tipo de enfermedad cardiovascular.
Texto: Lcdo Luis Manrique
Fotos: Archivo